Ingredientes:
8 chuletas de cordero
3 cucharadas de semillas de comino, ligeramente tostado y molido
1 de pieza tamaño pulgar de jengibre rallado
3 cucharadas de aceite de oliva
150gr de almendras crudas
Media cucharada de pimienta negra
Media cucharada de clavo
1 rama de canela
1 cucharada de mantequilla
2 dientes de ajo fileteados
1 cucharada de cardamomo
1 cucharada de cúrcuma
1 cebolla cortada en juliana
200gr de tomate hecho trozos
250ml de yogurt desnatado
Elaboración:
Poner las costillas en una fuente y masajearlas con el comino y el jengibre rallado y unas 3 cucharadas de aceite de oliva. A continuación dejamos en adobo durante al menos una hora, preferentemente durante toda la noche.
Tostar las almendras en una parrilla caliente o en un horno hasta dorar. Cuando estén frías, las colocamos dentro de una bolsa y las aplastamos con un rodillo.
Calentar una sartén y tostar la pimienta, el clavo de olor, la canela y el cardamomo hasta dorar. Retirar y majar en un mortero.
Derretir la mantequilla en la sartén caliente y cuando chisporrotee, añadimos el ajo, la cúrcuma y la cebolla. Cocinar por unos minutos y añadir los tomates y especias molidas. El tomate debe cocinarse antes de añadir el yogurt. Llevar a ebullición, y cocinar lentamente. Dejamos enfriar levemente y añadimos el yogurt. Probablemente se cuaje un poco, pero no te preocupes. Cocinar suavemente durante unos 20 minutos hasta que la salsa empiece a espesar. Sazonar con cuidado y apagamos el fuego.
Cuando esté listo para servir, precalentamos una sartén. Sazonamos el cordero con sal y pimienta y lo planchamos un minuto y medio cada lado o hasta que esté cocido a medio. Rápidamente mezclamos con la salsa y lo servimos con las almendras espolvoreadas por encima y un poco de arroz hervido.