Los superalimentos son aquellos que con sus propiedades han situado la dieta mediterránea donde está, y entre los que hay que mencionar sin duda el aceite de oliva, las legumbres, las nueces o el pescado azul, además de productos nuevos como la chía, la cúrcuma o las bayas de goji. Nuestra dieta está llena de alimentos como estos que tienen múltiples propiedades beneficiosas para nuestro organismo, y que sumados forman una dieta equilibrada y sana.

Pero en la cocina tradicional, cuando no era posible seguir una dieta tan rica y variada como ahora, había algún superalimento que no podía faltar, especialmente para las personas con carencias leves o graves como la anemia. En estos casos, la respuesta era sencilla: el hígado.

Actualmente, y cada vez más, se están incrementando los casos de obesidad y de carencias nutricionales graves debido al desequilibrio entre el consumo de calorías y el de nutrientes. Algunas de las carencias más habituales son de calcio, hierro, potasio, vitamina A, vitamina D y acilo fólico, nutrientes que el hígado que nos puede aportar el hígado. Por ello es importante su consumo en personas jóvenes, personas con anemias o carencias, deportistas… formando parte de una dieta equilibrada.

El hígado es efectivamente rico en hierro, pero no es el único mineral que aporta, ya que contiene prácticamente la misma cantidad de calcio, doble de yodo, y mucho más magnesio, selenio, sodio y fósforo.

Gracias a sus altos niveles de hierro, nos ayuda a evitar la anemia aumentando la producción de hemoglobina. Además, es un alimento con muy pocas calorías y gran cantidad de vitaminas de los grupos A, B y C.

Así que, ¿a qué estáis esperando para introducir este preciado alimento en vuestra dieta?