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Tipos de vino para cada tipo de carne

23, JUN, 2017

La pulpa de las uvas tintas y las blancas es la misma, por ello la gracia de los vinos tintos está justamente en la piel, también llamada “película”. Ésta es responsable del color del vino, de sus aromas y, lo más importante, de los taninos. Esta sustancia propia de la uva hace que los vinos tintos tengan cuerpo y nos producen una sequedad en boca.

¿Y los blancos entonces? Los vinos blancos no tienen taninos porque la película es neutra en color. Por lo tanto, son vinos de sabor mucho más suave y, por tanto, se sienten mucho menos.

En el caso de los tintos, al comer su piel nos damos cuenta que tiene un amargor y que seca el paladar. Esos son los taninos, los responsables de por qué podemos armonizar una carne roja con un vino tinto.

Existen diferentes tipos de vino según su composición y sabor:

Vinos blancos dulces: Chenin Blanc, Vinos Espumantes y Riesling.

Vinos blancos ácidos: Sauvignon Blanc y Champagnes.

Vinos tintos amargos: Cabernet Sauvignon, Merlot, Tempranillo y Syrah.

Vinos tintos suaves: Malbec y Pinot Noir.

Teniendo en cuenta esto, cuando se planifica primero la comida, podemos seguir algunas reglas generales de maridaje. Si bien es verdad que las carnes rojas irán mejor acompañadas con tintos de buen carácter (mejor que con blancos delicados), debemos saber elegir la variedad óptima.

Por ejemplo, el Malbec o el Cabernet Sauvignon serán buenos compañeros para carnes rojas y blancas especiadas, a las brasas o bien sazonadas. La carne de ternera a la parrilla va bien con Merlot. Las aves a la parrilla van bien con tintos ligeros, como Pinot Noir.

La carne de cerdo tiene la ventaja de que va bien con casi cualquier vino tinto e incluso con algunos blancos y rosados. Cuando se emplean frutas que dan un toque dulzón, hay que buscar vinos de taninos dulces: Syrah, Malbec o Carmenere.

El cordero va bien con vinos tintos de todo tipo. Si el cordero es joven, se recomienda un Shiraz. Sus notas dulces podrán equilibrar la carne tierna. Cuando la carne es de un animal adulto, el vino debe ser un tinto estructurado y con cuerpo como un Cabernet Sauvignon o Carmenere.

La carne de pollo va bien con vinos blancos y vinos tintos jóvenes, sin taninos, aunque algunas salsas más condimentadas requerirán de vinos aromáticos, afrutados.

La carne de pato, más grasa, requiere de vinos tintos de buena estructura, como Syrah o Cabernet Sauvignon. La carne de aves de cacería generalmente va bien con vinos tintos de mediana o gran estructura, según sea perdiz o faisán.

Fuente: www.conchaytoro.com


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